CATEGORÍA INFERIOR DEL GRUPO DE COLEGIOS CATÓLICOS DEL AÑO 1.977.
Recuerdo gráfico y
de prensa del Campeonato de Octubre de 1977
A la memoria de Jacko Constante, Alfonso López, Ronny Tapia, Juan Zerega , Darío Weisson Egas y Billy Constante.
De pie: Billy Constante (+) (acompañante), Mario Montevideo, Jacko Constante (+), Kabirt Tapia Goya, Carlos Elías Bermeo. En cuclillas: Alfonso López (+), Paul Moreno, Eduardo Rivadeneira, Jorge Arias, Luis Carlo. No consta nuestro querido y gran entrenador y casi nuestro segundo padre, el Profesor Juan Zerega (+). En la foto no estamos con el uniforme del Colegio, ya que corresponde al equipo que usamos en el campeonato interbarrial organizado en el antiguo Coliseo Huancavilca. Lamentablemente no tenemos foto del equipo con el uniforme del Colegio, ya que no tuvimos la suerte de que un fotógrafo pase por el Coliseo del Cristobal Colón, y luego que alguien compre la foto, pero el equipo que ganó el intercolegial está completo.
Este campeonato lo obtuvimos en Octubre de 1.977, y posiblemente para muchos de nosotros fue el primer campeonato intercolegial en nuestras vidas. Hubieron algunas anécdotas que valen la pena dejarlas sentadas en este blog, para lectura de todos nuestros amigos y familiares y sepan como fue este lindo acontecimiento de nuestra juventud.
En primer lugar, los organizadores no se pusieron de acuerdo una vez más, y se jugaron dos campeonatos, uno para los colegios fiscales y otro para los colegios católicos. Se jugó en el Coliseo de Cristobal Colón, así que todos los colegios a excepción del Cristobal Colón jugamos de visitantes y con barra en contra. Adicionalmente en ese mes el Colegio San José suspendió clases, por cuanto los hermanos viajarían a Roma, a la beatificación del Hermano Miguel. Así que prácticamente jugamos sin barra, a excepción de algún pariente o amigo que nos iba a ver jugar. Por otro lado, como no teníamos clases, en la mañana, tarde y noche solo vivíamos para el basket y nada mas. Don Juan Zerega, era también entrenador del Colegio Sagrados Corazones, así que también aprovechó para llevarnos a entrenar en las mañanas a este colegio, así que también hacíamos vida social. Teníamos bastante presencia de alumnas para ver los entrenamientos en el patio del Colegio.
El campeonato se disputó entre los Colegios Espíritu Santo, Javier, Domingo Comín, Cristobal Colón y San José – La Salle. El equipo titular estuvo formado por:
Jacko Constante (+), nuestro líder anotador, quién lamentablemente falleció hace pocos años.
Mario Montevideo, nuestro pívot, quién ha tenido una dilatada trayectoria como jugador activo, la más larga de todos nosotros.
Paul Moreno, nuestro armador.
Luis Carlo, alero derecho y capitán del equipo (era el mayor en edad, ya estaba en cuarto curso, mientras que los demás en el equipo estaban en tercer curso).
Kabirt Tapia, que jugaba al fondo, quién durante el campeonato sufrió la pérdida de su hermano menor, Ronny, después de un lamentablemente accidente doméstico. Fuimos testigos como en la mañana del jueves 20 de octubre, la empleada de la casa de Kabirt vino desesperada al patio del colegio, donde estábamos jugando (no entrenando), para avisarle del accidente acontecido. Kabirt tuvo que llevar a su hermano Ronny, que había caído desde el segundo piso de su casa, luego de sufrir una descarga eléctrica de los cables de alta tensión que estaban muy cerca del balcón, al Hospital Luis Vernaza, donde no lo atendieron, porque argumentaron que debía estar presente un adulto. Luego su tío Darío Weisson Egas (+) lo llevó a Ronny a la Clínica Panamericana, donde lamentablemente falleció el sábado 22 de octubre.
El Cristobal Colón era dirigido por el Profesor Honorato Haro, quién en días previos había recibido un homenaje por su gran trayectoria dentro del basket guayasense. En su primer partido prácticamente aplastó al otro equipo. Usaban una defensa bien abierta hasta la media cancha, y ejercían presión con doble marcación sobre el armador contrario una vez que éste cruzaba la media cancha. Fue un debut impresionante y la verdad que nos quedamos preocupados. Parecían que iban a quedar campeones fácilmente y para colmo jugaban en su coliseo con su gente.
Por nuestra parte, nuestro primer partido estuvo lleno de nervios. Debutamos contra el Espíritu Santo, cometimos muchos errores, y ganamos con lo justo. Tuvimos palabras de Don Juan, indicándonos que todo era normal, que era nuestro primer partido oficial, y que era de esperarse que estuviéramos un poco nerviosos.
Para el segundo partido contra el Javier se nos vino la noche encima. En el Javier, jugaba Darryl Villanueva, tremendo jugador, gran habilidad y gran talla, después llegaría a jugar para el San José. Nos hizo la tarde, y perdimos. Y luego en el calendario venía el Cristobal, así que el ánimo estaba los suelos.
Al día siguiente por la tarde, antes de comenzar el entrenamiento, conocimos a Don Juan Zerega, en una faceta desconocida para nosotros, sorpresiva e inesperada. Tuvimos una charla seria con Don Juan. ¿Porqué llama la atención? Porqué Don Juan Zerega, era todo un personaje, en su vocabulario la mala palabra era la norma y no la excepción. Nos puso apodos a todos y se burlaba de todos cuando podía. Un hombre de una gran vocación para incentivar la práctica del básket, iba a todas partes con su característica camioneta celeste, cuya marca no recuerdo, y siempre estaba presente en todos los entrenamientos e inclusive aunque no ganaba extra, nos dirigió en el campeonato interbarrial, de cuya foto corresponde el presente estado. Nos invitaba a seguir los entrenamientos en la Politécnica donde también trabajaba por las noches, y nos llevó a jugar a LDE.
La recordada charla, fue la primera charla motivacional seria en la que participabamos como jugadores parte de un equipo. Tomar en cuenta que éramos muchachos con 13, 14 y 15 años. Así que Don Juan, dejó su faceta de bromista, y nos habló seriamente, no nos insultó, ni nos recriminó, sino que nos habló con voz pausada de lo que habíamos hecho mal, y de lo que podíamos corregir, y que todo las posibilidades de campeonato estaban intactas. En realidad la charla fue necesaria y justificada para un equipo que él sabía que podía y debía salir campeón.
Cuando nos juntamos en los primeros entrenamientos le metimos una tremenda canasteada y un baile completo a la categoría intermedia de nuestro Colegio y días mas tarde en otro partido de preparación amistoso le metimos una soberana paliza a la selección del Liceo Naval. Así que equipo para ser campeones teníamos.
Y después de la charla motivacional inolvidable, vino la preparación, teníamos que prepararnos para romper el sistema defensivo asfixiante del Cristobal Colón. Y también le pedimos a Don Juan, que nos enseñara la misma defensiva, y así lo hizo.
Luego vino el accidente y fallecimiento del hermano de Kabirt, Ronny, así que por duelo y afectación también, él no llegó a jugar con nosotros contra el Cristobal, saltó de titular Carlos Elías Bermeo, quién ese día hizo la mejor canasta de todo el campeonato, al menos de nuestro equipo. Fue un contragolpe por el lado izquierdo, amagó con pasar la bola, pero en lugar de eso penetró, se pasó el balón por la espalda, con lo que se quitó de encima a su marcador y con mucha elegancia depositó la bola contra el tablero, linda canasta, inolvidable y tremendamente motivante. Ese día nos salió todo, y aquí hay que sacarsele el sombrero a Don Juan Zerega, quién nos entrenó perfectamente para romper la defensiva del Cristobal, y también con la gran habilidad de nuestro armador Paul Moreno, que ese día no estaba dispuesto a perder ninguna pelota. Fue el partido que ganamos con más facilidad. De hecho fui testigo como el profesor Honorato Haro prácticamente se rindió faltando algunos minutos para terminar el partido, en clara señal de que entregaba el equipo a su suerte. Ese día Juan Zerega fue más viejo y más diablo que Honorato Haro. Con barra en contra, y nosotros sin barra, salimos triunfante en la cancha de nuestro clásico rival (Lasallanos y Cristobalinos no se pueden ver). En la tribuna estuvieron presentes mi hermano Renato y mi cuñada Sussy, a quienes invité de casualidad para que sean testigos de la hazaña, del día que jugamos contra el superequipo que había destruído a los demás equipos, al super candidato al título, en su coliseo lleno de su gente, a quienes derrotamos sin dejar ninguna duda y de paso dejamos callados a todo un coliseo lleno de cristobalinos. Inolvidable día.
Y Bueno con esta motivación , llegamos a la última fecha, estábamos programados para jugar el primer partido contra otro colegio salesiano Domingo Comín, que creo que quedaba al frente del Cristóbal. Parece que este no fue factor de importancia, ya que parece que nadie los fue a ver jugar.
Para ese día, inesperadamente apareció a jugar Kabirt, lo había acompañado su papá, nos tomó por sorpresa ya que el dolor seguro todavía estaba presente. Pero bueno ahora con el equipo completo, jugamos tranquilos, no nos confíamos, hicimos nuestro juego y ganamos. Ese día Kabirt hizo el partido perfecto, desde donde lanzaba metía y además no falló ningún tiro libre. Parece que en ese día un nuevo Angel en el Cielo lo iluminó.
Lo normal era esperar el siguiente partido a ver como quedaba el Cristobal, y luego hacer cuentas con el gol diferencia, que todos creíamos que también se aplicaba en el basket, pero cual fue nuestra sorpresa de que al terminar el partido, el profesor Honorato Haro, tenía una cara de amargado única, en un momento antes de que comience el partido de ellos, nos acercamos y él mismo se encargó de confirmarnos que ya habíamos quedado campeones, ya que en el basket, cuando hay empate entre dos equipos en puntos, el desempate se da con el resultado entre los equipos empatados, y en ese caso nosotros éramos los favorecidos ya que le habíamos ganado el partido clave a nuestro rival directo. El siguiente partido comenzó enseguida, no pudimos dar vuelta olímpica, ni nuestro entrenador Don Juan, nos había dicho nada ni antes del partido para no ponernos nerviosos, ni después pues ahí nos dimos cuenta que como era un viejo en estos campeonatos, precisamente no estaba conmovido ni emocionado. Nunca hubo premiación, no recibimos ninguna copa, y si la hubo, al menos yo, que creo que era el capitán del equipo, pero no estoy seguro, ya que era el mayor en edad de todos, no asistí, ni fui invitado. Espero que alguien me recuerde sobre el particular. Lo único que recuerdo es que en el camerino yo le grité a Paul Moreno, que habíamos quedado campeones y eso fue todo.
Lo chistoso es que Don Juan Zerega, no se emocionó por nosotros cuando quedamos campeones, ni nos motivó a dar una vuelta olímpica cuando debió haberlo hecho. Tal vez haber quedado Vicecampeón sudamericano como entrenador de LDE, 8 años antes, en 1969, no le daba status para celebrar con euforia un campeonato intercolegial. Pero lo que todos recordamos es que no le gustaba perder un campeonato intercolegial, y lo comprobamos días después cuando su “queridísimo” equipo categoría inferior de los Sagrados Corazones, que tenían un equipazo, al que nosotros ayudamos a entrenar, y que debieron quedar campeonas, de no haber perdido el último partido. Fuimos testigos como salió bravísimo ese día que perdieron, no se quedó a acompañar a sus queridas pupilas, que eran casi como sus hijas, y que bien hubieran esperado un poco de apoyo en ese momento difícil y doloroso.
Ese gran equipo de los Sagrados Corazones estaba formado por: María Dolores Sabando, Mildred Bayona, Cecilia Vaca, Jackelyn Alava, Mariola Morán, Yadira Torres y Sonia Varas. Debieron quedar campeonas. No sé si después lo habrán conseguido. Después ya no fuimos más a entrenar a los Sagrados Corazones. Gracias a Lorena Monsalve y a Eduardo Silva que me ayudaron a completar esta parte.
Por algunos años guardé la camiseta de ese equipo Campeón, era una linda camiseta, en realidad los lasallanos teníamos siempre lindos equipos. El Hermano Dositeo se preocupaba personalmente de que sus equipos estuvieran bien uniformados, y él personalmente nos entregaba nuestros equipos en un momento especial del día de clase. Era nuestro distintivo como seleccionados nuestro querido Colegio el Glorioso San José-La Salle. En un acto de “brutalidad” un buen día la puse con el resto de ropa que uno regala para fin de año, creí que ya la había guardado mucho tiempo. No existía facebook, ni siquiera en imaginación, hubiera sido chevere poner una foto de esa camiseta. Al menos conservé estas tres fotos, que nuevamente.
Bueno, y esa es la historia de nuestro primer Campeonato Intercolegial. Algunas cosas que estoy seguro que algunos de nosotros no las conocían, posiblemente habrá muchas otras cosas que yo habré olvidado.
Lo único que le faltó a ese campeonato es haber tenido barra, porque los duelos de barras en los intercolegiales si que eran un espectáculo aparte.
Me acabo de dar cuenta que habían dos fotografos. Todos estábamos mirando al fotógrafo que teníamos al frente, pero Jacko es el único que está mirando al fotógrafo que tomó esta foto. Cosa rara.
En años posteriores esta historia fue publicada en Diario El Universo en forma resumida, cuyo recuerdo gráfico también comparto.
Algo mas que quiero compartir en esta nota son los recortes de prensa de ese año. En esa época los periódicos Telégrafo y Universo hacían reportajes sobre los campeonatos intercolegiales, algo que con el tiempo dejaron de hacerlo. Eventualmente incluían fotos, pero sino, al menos cubrían los calendarios de los partidos, los resultados y los nombres de los equipos campeones. Algo que se podría volver a hacer aunque sea en las versiones digitales.
En uno de estos recortes hay una noticia que llama la atención acerca de la pérdida de un campeonato en el último partido por parte de un colegio emblemático de Guayaquil porque el entrenador no trajo los carnets de cancha. Algo que puede pasar hasta en las mejores familias. Lo raro es que le haya pasado a un entrenador de una muy dilatada trayectoria, inclusive entrenando a la selección de Guayas. Para saber su nombre tienen que revisar los recuerdos gráficos que a continuación comparto.
