He podido verificar a lo largo de los años que los palmarés del San José La Salle son los libros mas perdidos en la historia de los lasallanos de Guayaquil. Se dan diferentes razones: me casé, los palmarés quedaron en la casa de mis padres, ahí se perdieron. O vendí la casa, y en esa casa quedaron por error, etc.
Es por esta razón que las fotos de esos palmarés se van haciendo cada vez mas raras, y como son fotos de hace muchos años, el paso del tiempo hace parecer que nunca hemos visto esas fotos, o tal vez si las vimos, no lo recordamos
Al llegar al décimo aniversario del fallecimiento del Hno. Adolfo , consideré que recopilar sus fotos de los palmarés y ponerlo en una reseña en mi blog, podría ser un agregado a todo lo que ya existe sobre él en internet (fotos, entrevistas)
Este recorrido comienza en 1959 y termina en 1973.
En las primeras fotos podemos ver un Hno. Dositeo delgado. En realidad él siempre se mantuvo delgado, tal vez cambió talla con el paso de los años, pero jamás llegó a ser gordo. Este es uno de los factores que favoreció a su longevidad, pues es sabido que los flacos viven mas tiempo.
Se mantuvo delgado por dos razones. La primera es que era de poco comer. Era muy moderado y muy cuidadoso, especialmente con la comida de la noche. Eso a pesar de que era un poco goloso, pues tenía una funda de dulces de Saraguro en la inspección.
En segundo lugar, a pesar de que no le conocí que deporte practicó, subía y bajaba las escaleras del San José todo el día. En una ocasión me comentó que después de sus vacaciones de invierno, venía un poco excedido de peso, pero que al mes de hacer sus labores de inspección, recuperaba su peso ideal en un mes máximo. En sus buenos tiempos subía las escaleras de dos en dos escalones, lo que le permitía llegar rápidamente a donde se lo necesitaba. Ya mayor, usaba el ascensor con mas frecuencia, pero siempre se mantuvo activo hasta el final. Y esta actividad se manifestaba principalmente con la permanente movilidad.
Alguna vez me confió también , ya mayor, que dormía muy bien. Que nunca tuvo problemas con el sueño a lo largo de su vida. Siempre activo en su trabajo y en sus otras labores , que eran muchas (serenata mariana, club La Salle, ropero lasallano, etc). Eso sí, me dijo que evitaba actividades en donde se pusiera horizontal, pues se dormía con mucha facilidad. Una vez le ocurrió eso en una visita al Planetario de la Armada, y ni bien pasaron 5 minutos de comenzada la presentación se quedó profundamente dormido.
En el recorrido por las fotos a continuación podrán ver la evolución en el uso de la sotana. Primero fue una sotana negra, que luego pasò en 1965 a una sotana blanca, seguro más fresca en nuestro caluroso clima, para ya en 1969 pasar al terno. Parece que el Hno. Adolfo fue uno de los primeros que dejó atrás la sotana para adoptar la vestimenta civil definitvamente, y ya posteriormente terminar en una guayabera blanca que lo caracterizó por muchos años.
En las fotos se puede verificar su apoyo al deporte, que se inició con el equipo de ajedrez, y que luego ya como Inspector del Ciclo Diversificado, pasaría a supervisar todas las disciplinas deportivas del colegio. Todos los que fuimos seleccionados recordamos el día en que personalmente el Hno. Adolfo entregó el uniforme de la selección a la que íbamos a representar.
Su actividad como dirigente deportivo evolucionaría a formar al Club Deportivo La Salle que compitió en varios deportes, pero especialmente en la liga local de básket. Notas de prensa recogieron en su momento muestras de su temperamento cuando había que protestar por un mal arbitraje.
Palmarés 1959
Palmarés 1960
Palmarés 1961
Palmarés 1962
Palmarés 1963
Palmarés 1964
Palmarés 1965
Palmarés 1966
Palmarés 1967
Palmarés 1968
Palmarés 1969
Palmarés 1970
Palmarés 1971
Palmarés 1972
Palmarés 1973
El Hno. Adolfo desarrolló las mas larga carrera de servicio a la
juventud guayaquileña en el Colegio San José La Salle . Desde 1959
hasta el 2013 (54 años). Esta dilatada trayectoria ya era destacada por Roberto
Bitar en el libro Oro Lasallano, como pueden ver en la siguiente nota que
reproduzco y comparto. Nunca pude confirmar con él porque se dio esta dilatada
trayectoria en un mismo plantel, no puedo asegurar que se trató de casualidad,
o que fue algo de voluntad del Hno. Adolfo que nunca solicitó un cambio. Esta
es una duda que no podré despejar.
En esta foto ya el Hno. Adolfo con guayabera blanca
característica, mas adecuada a nuestro clima, mas práctica también. Corresponde
esta foto al año 2008, mi último año
como padre de familia y también como profesor de nuestro querido colegio
Ahora que ya nuestro colegio deja su local del centro, aprovecho
la oportunidad para compartirles el discurso de agradecimiento que a nombre de
los padres de familia pronuncié con ocasión de la ceremonia de graduación de la
promoción 60. En este discurso hice un recuento de la gran labor de los
hermanos y particularmente del Hno. Adolfo.
El Hno. Adolfo no era muy adepto a ver televisión, creo que a mas de ver las noticias nada mas. Prefería ir a ver el deporte en vivo y en directo. En primer lugar los partidos del Club La Salle de básket, aunque también hay referencias de que iba a ver los clásicos del astillero. En alguna conversación con José Pileggi, llegamos a la conclusión de que el Hno. Adolfo, no era ni barcelonista, ni emelecista. Le gustaba el fútbol como espectáculo. Pero también le gustaba molestar a su interlocutor de turno, haciéndose pasar de uno u otro equipo, para molestar a los perdedores principalmente.
Es por esta razón que no era raro que vaya a visitar el coliseo
por la noche para ver quien estaba jugando en ese momento. Y es así que nos
encontró en una noche, y aprovechamos para tomarnos una foto con el Hno.
Adolfo, la que sería la última foto que me tomé con él.
Para concluir esta reseña les cuento que una vez le pregunté como
era el proceso para adoptar el nombre de la comunidad. Me dijo que una vez que
eran ordenados como Hermanos Cristianos, había un ánfora donde habían papeles
con nombres de comunidad para ser asignados por suerte. Cada hermano tomaba un
papel y se enteraba que nombre le tocaba. Me comentó que a algunos les gustaba
el nombre que les había tocado, pero que a otros no les gustaba.
Entonces vino la pregunta de rigor. Y a Ud. Hno. Adolfo, le gustó su nombre Dositeo (María). No me respondió. Es mas se fue de donde estábamos conversando rápidamente, prácticamente haciéndome a un lado con su brazo, como diciéndome “quítate que te tumbo”.
Parece que el nombre de Dositeo no le gustaba. Por eso apenas hubo posibilidad recuperó su nombre de bautizo, y así lo hizo saber en una placa sobre su escritorio, para que a los visitantes les quede claro como se llamaba y como prefería que lo llamen.
Tomado del chat Oro lasallano el 2 de noviembre del 2023