Burbano y Celso Villacreses, compañeros de aula y vecinos de barrio |
ORO LASALLANO
ES HORA DE ABRIR EL BAUL DE LOS RECUERDOS PUES HACE 50 AÑOS
ESTUVIMOS EN SEXTO GRADO
Fueron nuestros profesores:
Angel Albán (Sexto grado A)
Marco Flores (Sexto grado B)
Alejandro Raúl Erazo Vaca (Sexto grado C)
Marco V. Alcócer P. (Sexto grado D)
En quinto grado terminamos siendo 200 en total. Para sexto grado tomando en cuenta los que se retiraron y los que ingresaron en quinto grado llegamos a ser 204
Se retiraron 15 compañeros:
DITTO FRANCO WASHINGTON EDUARDO
MONTIEL VÉLEZ LUIS AUGUSTO
BAQUERIZO MORTOLA RAUL ALEX
CAMPOZANO ALVAREZ LEONARDO
CONSTANTE JATIVA ROBERTO ANTONIO
DELGADO GALLO ROLF ANTONIO
DYER CÁRDENAS FREDERIK HARRY
PIN ALVARADO CELSO LUIS
CAÑARTE RENDÓN SIMÓN RAÚL
FLORES FLORES DARIO
HERNÁNDEZ GARCÍA MARIO EDMUNDO
PÉREZ SOTO XAVIER YURI
PERRONE BARARATA JUAN JAVIER
SANTANDER MENDOZA CARLOS JULIO
ZAVALA LAINEZ GASTÓN ANIBAL
Ingresaron a sexto grado los siguientes 19 compañeros:
ALARCÓN GARCÍA MARLON EDMUNDO
AVALOS MIRANDA MEDARDO ALEJANDRO
AVILA MUÑOZ CÉSAR ANTONIO
BASCUNÁN ABARCA CLAUDIO LUIS
CABANILLA RITES MARCELO PATRICIO
CASTAÑEDA GARCÍA PABLO ALBERTO
CEPEDA VARGAS DANIEL ALFREDO
CHUM FREIRE ADRIANO FIDEL
FLORES ARROYO JUAN GUSTAVO
GABINO MORANTE RAÚL AUGUSTO
IZQUIERDO ORELLANA EDISON ALBERTO
LAZO BRIONES JOSÉ MIGUEL
LOZANO MONCAYO RAÚL VICENTE
LUZARDO MOSQUERA ALEX ANTONIO
SÁNCHEZ ALVAREZ RENÉ HUMBERTO
SERRANO AGUILAR SERVIO AUGUSTO
SOLANO FERNÁNDEZ MIGUEL JOSÉ
VIVANCO AMORES JOSÉ RICARDO MIGUEL
WONG MIELES CAMILO GERARDO
Religión
Idioma Nacional (Lectura, ortografía, escritura, castellano)
Matemáticas (cálculo, medida, forma)
Ciencias Sociales (Geografía, historia, Urbanidad y Cívica)
Canto, Dibujo y Caligrafía
Ciencias Naturales
Inglés
Educación Física
Este año lo recuerda de una forma particular por una experiencia en las vacaciones previas al año lectivo. En la navidad de 1972 mi papá me había regalado una bicicleta de carreras. En este año aparecieron las Choppers, pero cuando las descubrí ya me habían dado una bicicleta de otro tipo.
En el barrio tuvimos una larga gallada con la que hacíamos ciclismo. En esta gallada estaban Kabirt Tapia, Pancho y Mario Latorre, Rafael Correa, Vinicio Alvarado, Augusto y Bernardo Calderón y otros mas que iré anotando conforme me acuerde.
No hacíamos paseos fuera del barrio, pero si hacíamos carreras alrededor de la manzana. Particularmente la manzana ubicada entre las calles: Boyacá, Mendiburu, Escobedo y Padre Solano. En esa cuadra quedaba por el lado de Boyacá, la peluquería de Saturnino. En el lado de Padre Solano quedaba una lavadora de carros y en la esquina el almacén de muebles de los Salcedo. En las calles Escobedo y Mendiburu, queda una Iglesia Mormona.
Era un desafío pasar sin problema por la lavadora, pero el mayor obstáculo era Saturnino, que salía a cortarnos el paso de alguna manera para que ya dejemos de hacer estas carreras.
Normalmente yo siempre les ganaba a todos. Una tarde comenzó la carrera frente a la Iglesia de los Mormones y me adelanté a los demás. Adelante mío un peatón se me cruzó y me tropezó, con tan mala suerte que me desvió en donde había un borde sobresalido de una alcantarilla . Lo que parecía que iba a ser un pequeño sobresalto terminó siendo un parón, y salió despedido de la bicicleta y me di un planchazo en el piso pero comenzando con mi boca.
Quedé grogui, y me había quebrado dos dientes. Me había dado un fuerte golpe en la costilla, pero no hubo fracturas. De alguna parte salió alguien con menticol para reanimarme. Me llevaron a mi casa que quedaba al frente. Unos meses antes me había partido un diente en un carro chocón. No dije nada en mi casa, pero algo tan evidente, no iba a pasar sin saberse toda la vida. Mi hermano Renato me descubrió y me delató. Pero con este planchazo me volé el diente completamente.
En la noche, me fueron a visitar a mi casa, Vinicio y Humberto Alvarado, con una caja de chocolate en mano. Ellos vivían cerca en Boyacá y Piedrahita.
Luego de esta mala experiencia, la bicicleta quedó guardada mucho tiempo. Ya no hubieron mas carreras de bicicletas dando vuelta a la manzana. Estas carreras fueron reemplazadas por paseos a Urdesa y Miraflores, en las que ya no participé.
Años mas tarde, el 1 de noviembre del 2014, Rafael Correa recordò en el Enlace Semanal este accidente. Esto fue lo que dijo :
El año lectivo comenzó y transcurrió con normalidad con todas las actividades que le corresponden, inauguración de los deportes (la última de primaria, la última en la que el colegio se ocupaba de la elaboración de los equipos), debió haberse dado el último paseo al campo La Salle (pocos años después este campo La Salle sería vendido), se dio la Fiesta del Abanderado donde por primera vez formamos parte de la figura como alumnos de sexto grado. Recuerdo que formamos el Escudo Nacional, y cerca de nosotros estaba el Cóndor pintado en madera. Debimos haber participado de la última revista de gimnasia (en secundaria no habían revistas de gimnasias).
Sin darnos cuenta, recorríamos un camino donde la frase "última vez" se repitió algunas veces, pero sin ser conscientes , tampoco sentimos nostalgia, al fin y al cabo eramos muchachos que vivíamos al día, y un día a la vez.
Al prepararnos para la presentación final de curso, los compañeros de sexto grado D, cuyo titular era Marco Alcócer, nos enseñó a cantar algunas partes del tango "Adios muchachos". Creo que era una versión adaptada, no la original, dando idea de un adios en el colegio. Lo que fue sorpresa es que el profesor Alcócer la tocó en piano. Algo que no sabíamos.
Esta es la letra de esa canción. No la cantamos completa. Mas abajo hay una reseña histórica sobre la misma.
En este año se había inaugurado el Liceo Naval, algunos compañeros cogieron rumbo hacia ese colegio. Otros se fueron al Javier. Con algunos de ellos nos volvimos a ver después de algunos años, ya sea con facebook, o por las gestiones de Antonio Hanze. Pero con otro grupo si se aplicó textualmente la letra de la canción, pues no he vuelto a saber de ellos nunca mas desde sexto grado.
Adiós muchachos
Canción de Carlos Gardel
Adiós muchachos, compañeros de mi vida,
Barra querida de aquellos tiempos.
Me toca a mi hoy emprender la retirada
Debo alejarme de mi buena muchachada.
En este año casi al final del mismo, se dieron los estrenos de la serie Kung Fu, con David Carradine, en canal 2, y de Operación Dragón de Bruce Lee. Ya Bruce Lee había muerto pero yo me enteré de esto algunos años después. Así eran las noticias antes. Y con esto se puso de moda todo lo relacionado a las artes marciales, particularmente el Kung Fu.
Xavier Carrillo López, mi compañero de banca de sexto grado , me "encamó" para meternos en las vacaciones a aprender Kung Fu. Bien embarcado me dejó, yo me fui a inscribir y él no lo hizo. Ahí para no perder el dinero , me tocó ir solo a la Academia Takeshi Hiroi, que quedaba en Boyacá y Junín, y que era del Ab. Gabriel Noboa Icaza, un ex alumno del San José. Después de una semanas, invité a mi amigo Vinicio Alvarado para ir juntos, pero en su casa decidieron que solamente podía ir su hermano mayor Humberto. Es así que fui con Humberto a esas clases por unos dos meses mas o menos.
Luis Carlo
26.5.2023
Adiós Muchachos: Un Tango que Trasciende el Tiempo
Adiós muchachos
Canción de Carlos Gardel
Adiós muchachos, compañeros de mi vida,
Barra querida de aquellos tiempos.
Me toca a mi hoy emprender la retirada
Debo alejarme de mi buena muchachada.
Adiós, muchachos, ya me voy y me resigno,
Contra el destino nadie la calla.
Se terminaron para mí todas las farras.
Mi cuerpo enfermo no resiste más.
Acuden a mi mente recuerdos de otros tiempos,
De los buenos momentos que antaño disfruté,
Cerquita de mi madre, santa viejita,
Y de mi noviecita, que tanto idolatré.
Se acuerdan que era hermosa, más linda que una diosa,
Y que brioso de amor, le di mi corazón.
Mas el Señor, celoso de sus encantos,
Hundiéndome en el llanto se la llevó.
Es Dios el juez supremo, no hay quien se le resista,
Ya estoy acostumbrado, su ley a respetar,
Pues mi vida deshizo con sus mandatos
Llevándome a mi madre y a mi novia también.
Dos lágrimas sinceras derramo en mi partida
Por la barra querida que nunca me olvidó,
Y al dar a mis amigos mi adiós postrero
Les doy con toda mi alma, mi bendición.
Adiós muchachos, compañeros de mi vida,
Barra querida de aquellos tiempos.
Me toca a mi hoy emprender la retirada
Debo alejarme de mi buena muchachada.
Adiós, muchachos, ya me voy y me resigno,
Contra el destino nadie la calla.
Se terminaron para mí todas las farras.
Mi cuerpo enfermo no resiste más.
Adiós Muchachos es mucho más que una simple canción; es un hito en la historia del tango argentino y un emblema de la nostalgia y la despedida. Compuesta en 1927 por Julio César Sanders (música) y César Vedani (letra), esta pieza musical ha resonado en los corazones de millones de personas a lo largo de décadas.
Un Contexto Histórico
La Argentina de los años 20, época en que fue compuesta "Adiós Muchachos", era un país en pleno desarrollo y transformación. Buenos Aires, su capital, era un hervidero cultural donde el tango se consolidaba como un género musical popular y distintivo. La letra de Vedani, cargada de melancolía y resignación, refleja un sentimiento compartido por muchos argentinos de esa época: la necesidad de dejar atrás una vida y emprender nuevos caminos, a menudo motivados por circunstancias económicas o personales.
La Voz de Gardel: Un Icono Inmortal
Si bien la composición de Sanders y Vedani era excepcional, fue la interpretación de Carlos Gardel la que elevó a "Adiós Muchachos" a la categoría de clásico. La voz inconfundible del "Zorzal Criollo" y su estilo interpretativo único lograron transmitir la profundidad emocional de la letra, convirtiéndola en un himno generacional.
La grabación de Gardel, realizada en 1928, se convirtió rápidamente en un éxito rotundo, trascendiendo las fronteras argentinas y alcanzando una popularidad mundial. La canción se convirtió en un símbolo de la cultura argentina y en una de las piezas más representativas del tango.
Un Legado Duradero
"Adiós Muchachos" ha sido interpretada por innumerables artistas a lo largo de los años, cada uno aportando su propia visión y estilo a la pieza. Sin embargo, la versión de Gardel sigue siendo considerada la más auténtica y emotiva.
La canción ha sido utilizada en películas, obras de teatro y diversas producciones artísticas, lo que ha contribuido a mantener viva su popularidad. Además, su letra ha sido objeto de análisis y debate, encontrando diversas interpretaciones y significados.