21 DICIEMBRE 1.920 - 8 ABRIL 1.986
MAESTRO INOLVIDABLE
A Tomás Pantaleón
Para una lápida
A la memoria del Hermano Eusebio
Juan
Era el mejor hermano, ¿No
comprenden?
¿Cómo ignorar que el llano inunda
el alma
Y la asfixia me cerca y al abismo
Voy cegados los ojos, ya sin
lagrimas?
Si era padre y hermano y luz y guía
¿Qué miraré si ya todo es tiniebla?
¿Qué oiré si ya su voz toda
trizada,
Bogando va en el sueño de la
piedra?
¿Qué tocaré si ya su mano extinta
Ha perdido el calor que la animaba?
¿Si mi mano no toma en su partida
Y a mi labor no premia su palabra?
(Y tu sonrisa, Eusebio Juan,
hermano
Si era como un milagro de tus
labios,
Si era como el anuncio de Dios mismo
Invitando al amor en los humanos)
¿Cómo pensar si el pensamiento es
loco?
¿Cómo cantar si es muerta la
canción?
¿Cómo olvidarlo, en fin, si hasta
el olvido
Se ha quedado olvidado en el dolor?
ENVIO:
Si por llorarte se me seca el
llano,
Eusebio Juan, hermano, te bendigo.
Y bendigo tu estirpe de alta fronda
Y tu angélico andar de peregrino.
Dile al Señor, pues que su luz te
alumbra,
Que una familia unirse en ti reclama,
Y que en la cola inmensa de La
Salle
Mi corazón alienta su esperanza
Eras primer Hermano… y no
comprenden
Eras primera luz … y ya no
enciendes
Como resultado de googlear Tomás Pantaleón se puede llegar a los siguientes poemas:
Tala
Marino Azar
A Lydia -la mi amor-es la afición
Almar furente debo.
Nadie como las novias y el amor
para asirnos a un lance verdadero,
para darnos a Dios en su extendida
cosecha de luceros.
Y es de mi amor el mar de los
navíos
el mar y sus convólvulos ignotos
el mar y sus selváticas mareas
el mar y sus pequeñas raras vidas
hechas de polen y agua y de monedas
de valor ignorado y de naufragios
A veces, liberado del pequeño mundo
en que habito,
tomado de la mano por un ciego
destino
de milagro, lanzo al mar mi velero
de mil velas;
lentamente, lenta, calladamente
van perdiendo su forma, litorales,
islas del verde asidas, faros
fantásticos.
Nadie detiene al mar, nadie a la nave.
Y yo mismo recorro los confines
del agua rumorosa, calo la
noche-mar,
al cielo oscurecido doy candiles,
lumbre a la pipa,
y a mi canción ese aire marinero
que Lydia – la mi amor – una noche
de tantas, antes de irme a la mar,
me enseñó con su voz de alegoría….
En mi investigación con google, se puede concluir que el Lcdo.Pantaleón escribió otros poemas que cuyos títulos fueron:
Oración por mi falta de dones
Estancia
En un album
Ha retornado
Canto general de Dios
Oh Soledad, asidme
Sagrado río
Superación del hombre
Luis Fernando
Los heroes
A San Juan Bautista de la Salle
Lección de Colombia
Vasco Muñoz
Nada vislumbro
Valmería
Hacia adentro
A la memoria de Hector Hugo pauta
Elogio
Todos estos poemas son mencionados en el índice de su libro Sangre Hendida de 1.958. Hay otro libro que es referenciado Tomás Pantaleón como su autor titulado Dejad que muera el odio de 1.949.
Bueno, esto es todo lo que quiero recoger por el momento.
A continuación vendrían todos los buenos recuerdos y anécdotas que uno puede tener de un gran maestro como fue Tomás Pantaleón con quien llegamos a tener una relación de amistad, y que comentaremos de aquí en adelante cada año que lo recordemos en esta fecha.
Que los mejores recuerdos de Tomás Pantaleón sean por siempre una bendición en la vida de quienes fueron sus amigos y alumnos.
Un abrazo