martes, 7 de junio de 2022

HNO. EUSEBIO ARRAYA CABALLERO . UN SER HUMANO EXCEPCIONAL

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HNO. EUSEBIO JUAN ARRAYA CABALLERO

5 de noviembre 1911 - 7 de junio 1.977

 


Un día como hoy hace 45 años partió a los brazos del Señor, un ser humano excepcional y uno de los mejores rectores que ha tenido nuestro querido Colegio San José La Salle.

El año lectivo de 1977 apenas había comenzado. Ya había ido a Quito para ser atendido en su salud y nos enteramos de la noticia de su fallecimiento mientras estábamos en clase un día martes. No alcanzó a estar presente en la beatificación del Hno. Miguel que sería mas tarde en este año.

Luego de su partida, la comunidad de hermanos en un gesto sin igual, perennizó su memoria en un busto que por muchos años recibía a todos los visitantes que llegaban al Colegio por la puerta principal.

Ese busto ya fue retirado hace unos cuantos años. En verdad ya los nuevos alumnos, profesores y hermanos posiblemente no lo conocieron y por tanto se decidió su traslado a la comunidad.

Quiero por tanto recordar al Hno. Eusebio a través de un extracto del libro Oro Lasallano de Alberto Moreno. Solo he puesto unas pocas páginas que describen su designación, llegada, su enfermedad y su partida. Se incluyen algunas fotos del recuerdo y al final hay un poema escrito por el Lcdo. Tomás Pantaleòn.+









La primera página de cada Rector recibía de parte de Alberto Moreno un título que describía brevemente a cada Hermano que ocupaba ese puesto.

Con toda justicia al Hno. Eusebio se lo tituló “Regalo de Dios”, pues solo un regalo como él, podía tener el don de la ubicuidad. Pues estaba en todas partes, siempre dando un consejo a alguien que lo necesitara. Son pocos los lasallanos de esa época que no tienen alguna anécdota de su vivencia con tan especial ser humano.

Particularmente, recuerdo sus clases de educación sexual mientras estaba en sexto grado. Vimos en acción al maestro que solamente con pizarrón, tiza y buen humor cautivaba su audiencia. Y cuando alguien por ahí se distraía, él con un pequeño puñete de cariño recuperaba al perdido.

Son gratos los recuerdos que tengo del Hno. Eusebio. Cuando me dedico a mi afición, la filatelia, lo tengo presente pues él fue quien me inculcó en esta bonita actividad e hizo la gestión para que me haga socio del Club Filatélico Guayaquil, del cual él también era socio.

El Hno. Eusebio coleccionaba estampillas nuevas en series completas de Ecuador y España que montaba en forma muy prolija en protectores especiales y álbumes encargados a una imprenta local. Gustaba mucho de enseñar sus colecciones. Nunca participó en una exposición filatélica, pero nos apoyó a un grupo de jóvenes de esa época a organizar la primera exposición filatélica intercolegial, la EXFILA 75.

Guardé unas hojas que me vendió el Hno. Eusebio de esa época. Después vine a saber que esas hojas eran una reproducción reducida de las hojas cuadriculadas de los álbumes Scott , que el Hno. Eusebio había enviado a hacer en una imprenta local. 

Aquí vi estampillas agrupadas con otras similares que pertenecían a una misma serie, a una misma emisión.  No estaban pegadas directamente a la página por una charnela, sino que estaban en un plástico protector negro en la posterior con una cubierta transparente. 

Las estampillas eran nuevas. No sabía que las estampillas se podían conseguir nuevas y que se podían coleccionar así. Yo solo había visto estampillas usadas. Pensé que las nuevas no tenían valor, o tenían un menor valor. Después aprendí que si tenían valor y por lo general un valor mayor a las usadas.

El Hno. Eusebio solo coleccionaba España (su tierra natal) y Ecuador. No tenía lo que se puede decir una colección completa de ambos países, mas bien tenía algunas series de ambos países, pero que no representaban una época en particular, sino mas bien eran emisiones recientes. Nada clásico, nada antiguo, nada caro. 

De hecho eso no importaba. Con esta presentación no se podía saber si faltaban estampillas. Lo importante era que el conjunto y la colección en total se vieran bonitas. Y en verdad que el Hno. Eusebio tenía una hermosa colección , montada con mucho cariño y dedicación. Eso era lo que transmitía revisar las colecciones del Hno. Eusebio. 

Las hojas de su colección eran agrupadas en carpetas nacionales elaboradas por alguna imprenta local, forradas con papel de lo que llamábamos empastado. Es decir que aparte de las estampillas y los protectores, todo lo demás era insumo local.

Y con esta muestra a quien no le va a dar ganar de coleccionar estampillas. Se puede decir que otra vez tuve suerte. Pues si me quedaba con la imagen del álbum mundial, de conseguir y pegar estampillas como un álbum de cromos , no hubiera pasado. 

Su busto ya no está en la entrada de nuestro querido colegio, pero sus recuerdos serán por siempre una bendición en nuestras vidas a quienes tuvimos la suerte de conocerlo.

Que los mejores recuerdos del Hno. Eusebio Arraya Caballero sigan bendiciendo nuestras vidas.  Pues recordar es volver a vivir. Y mientras una persona sea recordada, ésta vivirá por siempre en nuestros corazones.

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