“CARLÍN EL MAGO” LES DESEA FELIZ DÍA DE LAS MADRES, a quienes son madres en primer lugar, luego a quienes tenemos a nuestras madres con nosotros y de una manera especial a todos quienes ya no tienen a su mamá en este mundo, pero que guardan el recuerdo de su gran amor, aquel gran sentimiento que nos ha llevado a ser quienes somos, aquel sentimiento capaz de vencer cualquier dificultad y conseguir cualquier cosa, incluso que nos podamos convertir en magos, al menos por un momento en la vida.
Esta es la historia de Carlín el Mago, que este año en el mes de noviembre cumplirá 50 años de haber sido creado por el amor de mi madre. En el año 1969, cuando yo estaba en segundo grado, en una fiesta infantil fui ayudante de Sullivan el mago, de manera casual, y mis amigos le contaron al profesor Marco Alcocer, que yo había aprendido magia esa tarde. Así que el profesor Alcocer, mandó a llamar a mi mamá para que yo me presentara con un acto de magia en la semana lasallana. Así que mi mamá aceptó el encargo, por un lado había que conseguir los trucos, lo que se logró gracias a que teníamos por ahí un libro de magia en la casa (vaya coincidencia). Los trucos serían tres en total, uno sería la transformación del agua en vino, aprovechando la propiedad del permanganato de potasio, otro sería la aparición de pañuelos de un cilindro hueco, y hubo un tercer acto, que ni mi mamá ni yo recordamos, pues ya son 50 años que han pasado, y la memoria es ingrata.
Luego había que vestir al mago. En esa época no vendían disfraces como ahora. Así que había que acudir a la costurera. El traje sería al estilo oriental, para asemejar al mago de la lámpara maravillosa. Mi mamá aún conserva este traje.
Estas fotos nunca las había visto en mi vida. Y si las ví alguna vez, no lo recordaba. Las fotos las conservó mi mamá, pero no en un album de fotos, sino al estilo de antes en un caja y ellas tampoco las recordaba. Fui mi hermana Aglae, quien por motivo de mi cumpleaños 50, las encontró y me las dio, junto con un jarro impreso con una de ellas. Un bonito detalle que me permitió recordar este episodio de mi vida, el día que mi mamá con su infinito amor, y venciendo dificultades, ya que ella trabajaba y su tiempo era escaso, me transformó en un mago, no en Harry Potter, sino en Carlín El Mago.
Claro el misterio como hice los trucos duró poco, ya que mi ayudante, Elías Achi Marín, que siempre ha tenido un carácter jocoso, en el siguiente recreo le contó a todos el que pudo, la verdad y la magia desapareció. Pero el recuerdo quedó plasmado en estas fotos.
Carlín El Mago les desea feliz día de las madres.
A la memoria de mi hermana Aglae.
