MEMORIA DE FECHAS
IMPORTANTES EN LA CONSTITUCIÓN DE LA COMPAÑÍA DE RESPONSABILIDAD LIMITADA
KRONOS LABORATORIOS C. LTDA.
(Una visión de un hijo agradecido
por lo que hicieron sus padres Nicolás y Aglae).
Un día, mi mamá me dijo que, junto a mi papá, iniciaron el negocio de la droguería y luego el del laboratorio Kronos para que sus hijos no trabajaran para otras personas, sino para ellos mismos, y progresaran en base al fruto de su trabajo y esfuerzo. Tres de sus hijos y nueve de sus nietos se han beneficiado de esa iniciativa. A través de esta memoria, le rindo homenaje a mis padres, quienes con gran sacrificio lo hicieron posible.
Debido a la confusión que se ha presentado con respecto a la fecha de la fundación de la empresa de la cual formamos parte, me veo en la obligación, al aproximarse su aniversario número 40, de aclarar con documentos y con testimonios de quienes estuvieron presentes en esos primeros años, cuáles son las fechas verdaderas, antes de que el tiempo borre todo recuerdo o registro posible.
Aglae Paredes de Carlo se afilia a la Cámara de Comercio de Guayaquil para ejercer la comercialización de reactivos químicos, materias primas e insumos para preparados galénicos y, además, proveer preparaciones farmacéuticas.
Debemos dejar claro que esta experiencia de emprendimiento familiar se origina en la Droguería Kronos. No existía ni la idea ni la obligación de transformarla en laboratorio. Me ha tocado ver oficios donde se usa la denominación Droguería Kronos y otros posteriores donde se amplía el nombre a Droguería y Laboratorios Kronos.
Según el testimonio de mi mamá, ella no recuerda exactamente la fecha en que se comenzó a atender en el local de Boyacá 602 y Alejo Lascano, pero lo que sí recuerda bien es que yo aún tenía 4 años de edad, lo cual guarda relación con esta fecha.
Recuerdo claramente el día que mi mamá me llevó para que la acompañara a la Droguería por primera vez. Ella me sentó en el borde de una puerta que daba al tragaluz, puso un periódico y yo me quedé sentado allí, mientras mi mamá abría el negocio. Yo aún no asistía a la escuela.
El local donde funcionó la Droguería anteriormente había sido la fábrica de fideos de mi abuelo Pietro hasta aproximadamente el año 1962. Esta fábrica se llamó La Argentina.
NOVIEMBRE
6, 1967
Según el testimonio de mi mamá, Droguería Kronos inicia su atención al público en este mes, aunque no sabemos exactamente qué fecha.
Aprovechando el conocimiento del mercado farmacéutico y procurando iniciar un emprendimiento familiar que tenía como claro objetivo dar trabajo a sus hijos para que ellos no tuvieran necesidad de trabajar para nadie más, Droguería Kronos comienza a ofrecer reactivos químicos de la marca Carlo Erba; esencias de marca Dragoco; materias primas e insumos para preparados galénicos, y también algunas preparaciones farmacéuticas.
Entre las materias primas que se vendían estaban: vaselina a la que se le incorporaba a veces perfume para venderla como brillantina; sal inglesa (sulfato de magnesio), sulfato de sodio, colorantes: amarillo huevo, pardo caramelo; esencias: rosa, vainilla, menta.
La vaselina y la brillantina se vendían en papel manteca.
Teníamos un cliente muy particular llamado Don Viche, un personaje en la época, un viejito calvo que fumaba unos cigarrillos apestosísimos. Cuenta mi mamá que Don Viche, en una ocasión, quiso estafar a uno de sus clientes en un pueblo, poniendo piedras dentro del empaque de la vaselina para hacerlo más pesado y más caro para el cliente, y por poco lo linchan.
Entre los preparados farmacéuticos podemos enumerar: el merthiolate, el primero que aprendí a preparar; el mercurocromo, violeta de genciana, Agua de Goulard, agua oxigenada de 10 y 20 volúmenes y colonia, también colonia mentolada (como el menticol), aceite de castor y ricino.
Recuerdo que comprábamos los frascos de vidrio de suero para utilizarlos para vender en ellos merthiolate, mercurocromo, entre otros.
Como toda actividad mercantil, los comienzos fueron incipientes, poco prometedores, no exentos de problemas, pero mi mamá supo capear el temporal y tuvo la paciencia suficiente hasta que, poco a poco, sus hijos se fueron incorporando de manera más seria, pues ya como profesionales y casados, fueron tomando la posta en orden: Nicolás, Renato y Aglae. Yo ayudaba en las vacaciones en la Droguería, pues más adelante me incorporaría directamente al laboratorio.
Debido a la demanda creciente del agua oxigenada, se compró la primera llenadora de marca Filamatic. Fui testigo de su llegada a la Droguería, su desempaquetamiento, la revisión de su situación original y su puesta en marcha. Todo un acontecimiento para la época. Prácticamente la primera máquina nueva que se compraba. Previamente, los aceites de castor y ricino se llenaban por gravedad en una llenadora que no recuerdo bien, pero que parecía de confección local.
Después llegaron otros productos: la leche de magnesia, que la vendíamos en los galones que usaba la Coca Cola para importar su esencia. Como yo pateaba un balón de fútbol en la zona donde mi papá parqueaba el carro dentro de la Droguería, rompí algunos de esos galones de un pelotazo. Para la preparación de la leche de magnesia, se importaba Hidróxido de magnesia en pasta, y para reconstituirla se usaban más de una decena de tanques plásticos que ocupaban bastante espacio. Un método muy artesanal y muy distante de los tiempos actuales.
Luego se incorporaría la creolina, que primero se preparó en la Droguería. En una ocasión, mi hermano Nico se quemó en gran parte de su cuerpo al preparar un lote de creolina.
Luego se dejarían de vender los reactivos químicos, que eran muy caros y de poca rotación.
En esa época nacería nuestro primer producto estrella, el FEMIKOL, que por su aceptación y demanda, justificó la contratación de una persona exclusivamente para su preparación y envasado: la “niña” Gladys Quimís. Debo recalcar que, aunque no recordamos desde cuándo exactamente vendemos el FEMIKOL, se puede decir que el laboratorio nació con este producto.
Con el FEMIKOL, también viene a mi memoria un lamentable accidente que sufrió mi mamá al quemarse manipulando el ácido fénico. Estuvo muy mal, casi se nos va. Y para colmo de desgracia, mi papá estaba de viaje. El médico le recetó para combatir la infección una cantidad descomunal de antibióticos que hicieron que mi mamá le tuviera una justificada animadversión. Mi mamá nunca recuperó su peso anterior.
También se puede mencionar a los otros empleados de la Droguería: Jacinta, que había trabajado en la fábrica de fideos de mi abuelo; Vicente Quinto, que era el vendedor y repartidor de los pedidos que nos hacían las boticas de Guayaquil, a quien más adelante se le compró una camionetita Vespa nueva. Ricardo Quinto y Eladio Quinto, este último aún trabaja en la Droguería, a pesar de que se jubiló hace muchos años, aún la ayuda a mi mamá. Mi tío Humberto llevaba la contabilidad.
ENERO
7, 1970
Se compra el primer terreno destinado a un futuro laboratorio farmacéutico al señor Carlos Aguirre Celi. La primera construcción se la encargó a mi tío Camilo Paredes, y todavía se puede ver su estructura original en lo que hoy es la Gerencia y la Recepción.
En lo que hoy es la Recepción, estaba la oficina del laboratorio que primero usaron de forma compartida mi hermano Renato y mi papá.
En donde queda la Gerencia estaba la primera área de líquidos.
Se contrató a un guardián, Miguel Polanco, padre de nuestro conocido Miguelón, a quien mis padres conocieron en la casa de Boyacá, pues se dedicaba a limpiar alcantarillas. La guardianía quedaba en la parte posterior de este terreno, en lo que hoy es parte de la biblioteca.
En una remodelación, a mi hermano Renato se le ocurrió demoler una columna que estaba en el centro de la Recepción. Felizmente no ha pasado nada hasta hoy, pues más adelante se trasladaría la guardianía a la terraza de esta parte. Durante algunos años, la guardianía estuvo donde está la enfermería, que luego sería cocina y comedor.
OCTUBRE
18, 1971
Se compra un segundo terreno al señor César Poggi Zambrano, donde actualmente se encuentran la enfermería, taller, vestidores, la oficina de la Dra. Giamnina, Control de Calidad, la biblioteca y, por supuesto, mi oficina también.
Durante algunos años, en estos terrenos se hizo mecánica de autos clásicos. Este terreno tenía un árbol grande en la parte donde está mi oficina. Por aquí pasaron los mecánicos: el maestro Parrales, Luis Arturo, Pancho Loco y el maestro Albán, quienes, junto a mis hermanos y mis primos Pedro y Rafael Alarcón, ayudaron a mi papá en su muy especial afición.
Rider y Miguelón se incorporaron como ayudantes de mecánica en esta época.
Rider recuerda claramente de esta época un accidente donde el techo del taller y garaje de los carros se desbarató y por poco le cae directamente en la cabeza a mi papá. Según Rider, él lo empujó y logró que solo fuera golpeado en su pie. Según Rider, él le salvó la vida.
JULIO
3, 1972
En este terreno también se haría mecánica, pero se trasladaría ahí la preparación de la Creolina que se vendía en la Droguería. Aquí ayudaban Miguelón y Rider, según recuerda el mismo Rider.
Este es el terreno donde actualmente está el área de tabletas.
JULIO
13, 1977
Coincidiendo con el cumpleaños número 20 de mi hermano Renato, se compra un cuarto terreno a los cónyuges Jorge Vargas y Aurora Rivera de Vargas.
Para esta fecha, mi hermano Renato ya estaba estudiando Ingeniería Química en la U. de Guayaquil. Mi papá tenía 52 años y, a pesar de que no he podido establecer la fecha exacta de cuándo salió de Roche, yo calculo que para la compra de este terreno él ya no estaba en esa empresa.
Este fue un acontecimiento importante para el laboratorio. El Ministerio de Salud ya había conminado a que las preparaciones no podían hacerse en la Droguería, sino que eso correspondía a un laboratorio. Así que, prácticamente, estábamos obligados a separar la parte de la comercialización de la parte de la preparación. Por otro lado, mi papá tenía el tiempo y los recursos para iniciar un segundo emprendimiento familiar: el laboratorio Kronos. Él nunca trabajó en la Droguería después de salir de Roche, así que su jornada de trabajo se desarrolló íntegramente en el Km 8.5 vía a Daule, entre mecánica y las primeras actividades del laboratorio, aunque este aún no existía legalmente.
En esa época no había dónde comer cerca. Lo único que estaba más o menos a la mano era el Mesón Carmita, donde a Rider lo mandaban a comprar cerveza. En lo personal, nunca me senté en el Mesón Carmita, ni a comer fritada ni a tomarme una cerveza. ¡Qué irónico!
Un aspecto importante en esta etapa de nacimiento de Kronos es el apoyo que tuvo mi papá de mi hermano Renato. Con 52 años, tal vez un emprendimiento sin apoyo familiar no hubiera cuajado bien, aunque él contara con conocimiento del mercado y con un capital inicial con el que equipó en forma elemental al naciente laboratorio farmacéutico.
Algunas veces mi hermano Renato indicó que él podría haberse ido a trabajar a otro lado, pero que prefirió apoyar a mi papá. Creo que fue una decisión muy importante y acertada. Mi papá no hubiera avanzado de la forma que lo hizo sin su apoyo, ni tampoco si él no hubiera salido de su anterior trabajo. Pasó en el mejor momento, en que aún tenía energía, salud y experiencia suficiente.
Rider recuerda que en esa época ellos aún no estaban regularizados totalmente como empleados de una empresa que aún no tenía personería jurídica. Eran otros tiempos, donde se contrataba a alguien para hacer lo que se necesitaba, se arreglaban honorarios y se le pagaba al final de la semana. Si la siguiente semana había trabajo, bien, y si no lo había, entonces tocaba esperar el siguiente llamado.
Tomada la decisión de formar una nueva empresa diferente a la Droguería, la cual fue y es una razón social unipersonal, mis padres tomaron la decisión de fundar una compañía limitada con sus hijos como socios. Y es así que, con el concurso del notario Carlos Quiñonez, elaboran y suscriben la escritura de constitución de una nueva compañía limitada. En ese momento, yo aún era menor de edad y, por tanto, no entré como socio, sino que esto se haría años más tarde en un aumento de capital.
Del notario Carlos Quiñonez, recuerdo que era todo un personaje. Siempre vestía de terno blanco, zapatos blancos y corbata negra. Todo esto hacía un raro conjunto con alguien que tenía totalmente el pelo blanco.
Debe quedar claro, entonces, que esta es la fecha de otorgamiento de la escritura de constitución de la compañía de responsabilidad limitada Kronos Laboratorios Cía. Ltda., cuyo objeto social resumido establece que esta nueva empresa se dedicará a la elaboración, compra y venta de productos farmacéuticos.
ENERO 24, 1978
Se solicita a la Superintendencia de compañías, aprobar los estatutos de la nueva compañía y su respectiva inscripción y registro.
ABRIL 18, 1977
Se inicia el trámite de afiliación de Kronos a la Cámara de Industrias de Guayaquil. La afiliación a la Cámara de la Pequeña Industria de Guayaquil fue en fecha posterior, el 27 de febrero de 1980.
En ese tiempo era obligatorio estar afiliado a un gremio empresarial y solamente a uno. No conozco la razón por la que también nos afiliamos a la Cámara de la Pequeña Industria.
Esta obligación ya no existe más. Una nueva razón social no está obligada a afiliarse a ningún gremio; si lo hace, es de forma voluntaria.
MAYO 17, 1978
La Superintendencia de Compañías emite su resolución aprobando la constitución de la compañía de responsabilidad limitada Kronos Laboratorios Cía. Ltda., ordenando su registro y publicación.
Debo recordar y contar, como hecho anecdótico, que a pesar de lo claro de la documentación que hablaba de una compañía de nombre Kronos Laboratorios Cía. Ltda., por muchos años los papeles membretados, sellos y etiquetas de productos hacían referencia a Laboratorios Kronos Cía. Ltda. No fue sino hasta que comenzamos a trabajar con el Banco de la Producción que este nos hizo caer en cuenta de este detalle legal y tuvimos que corregirlo. Y esto pasó después de haber sido clientes de otros dos bancos: el Banco de Descuento, que quebró, y el Lloyds Bank, en donde nadie nos hizo caer en cuenta de nuestro error.
Seguro la intención de mi papá fue que nos llamáramos Laboratorios Kronos Cía. Ltda., pero se le pasó revisar y corregir el borrador de la escritura de constitución, donde hubiéramos podido tener el nombre originalmente pensado
MAYO 23, 1978
JUNIO 5, 1978
Fecha de inscripción de Kronos en el Registro Mercantil.
Esta es la fecha que establece la existencia legal de esta empresa.
Esta fecha es muy importante, pues como toda compañía, Kronos tiene un plazo de duración de 50 años, lo cual indica que esta empresa tiene existencia legal hasta el 5 de junio del 2028. Hace muchos años esto parecía muy lejano; ahora está a la vuelta de la esquina, y tiene que iniciarse su trámite para solicitar una prórroga a este plazo con al menos dos años de anticipación.
JUNIO 7, 1978
Terminado su trabajo y debidamente constituida la nueva compañía, el Dr. Carlos Quiñonez nos emite la factura por sus honorarios
JUNIO
22, 1978
Con sus flamantes papeles membretados (con el nombre equivocado), que establecían como dirección de planta el Km 8.5 vía a Daule y como oficina Boyacá 604, con sus respectivos teléfonos, se emiten los certificados de aportaciones de los socios a la nueva compañía.
Creo que no se anotaron teléfonos en el laboratorio, pues si la memoria no me falla, los teléfonos llegaron algunos años después, ya que no había y no hubo por muchos años servicio telefónico para este sector de la ciudad. Recuerdo que la llegada de los teléfonos fue todo un acontecimiento. Nuestro primer número, el tradicional 253-143. Mucho después, y en época más moderna, llegaría el alcantarillado y la pavimentación de las calles.
Antes de que llegara el Municipio, tuvimos que resolver el alcantarillado de forma particular.
OCTUBRE 1, 1978
Esta es la fecha que tiene el aviso de entrada al IESS del primer empleado de Kronos Laboratorios Cía. Ltda., justamente quien fue su fundador y primer Gerente, el Dr. Nicolás Carló Mejía. Sin embargo, la fecha de elaboración de este documento es el 1 de febrero de 1979, y la fecha de recepción por parte del IESS es el 2 de febrero de 1979.
Por alguna razón que nunca le pregunté a mi papá, la afiliación de los primeros empleados de Kronos se hizo de forma tardía. Se pudo haber hecho con fecha enero o febrero de 1979, pero mi papá quiso que se hiciera de forma retroactiva.
Según el testimonio de Rider, él se acuerda de que en el laboratorio se trabajaba antes de esta fecha de octubre, pero que las cosas se formalizaron definitivamente en enero de 1979. Mi hermano coincidió con esta fecha la última vez que se lo consulté este año, justamente antes de que nos dejara, tratando de aclarar la fecha aniversario de Kronos. Él me indicó que comenzaron a trabajar en enero y no se acordaba de qué año, pero todo apunta a que debió ser enero de 1979. El recuerdo de Rider concuerda con esto. Él dice que se les indicó que a partir de enero todo iba a ser más formal, con hora de entrada y salida, y no como antes, cuando esas horas no eran tan estrictas.
Por qué se afilió a los empleados de forma retroactiva es y será un misterio para siempre. Mi mamá no me supo explicar. En vida, mi papá consideraba octubre como el mes aniversario de Kronos. Por qué yo lo consideré alguna vez el 16 de octubre. Posiblemente, fue una confusión de mi parte que unió el 16 de diciembre de la escritura de constitución con el 1 de octubre de mi papá.
ENERO 3, 1979
Inscripción patronal de Kronos como patrono en el IESS. Antes de este paso una empresa no puede tener empleados afiliados.
ENERO 9, 1979
Primera planilla de aportes al IESS de Kronos en el que consta los aportes de Octubre, noviembre y diciembre de 1.979.
Notese lo pequeñito que fue Kronos en su comienzo, apenas 4 empleados, todos ellos descansan en paz.
FEBRERO 8, 1979
Segunda planilla de aportes al IESS correspondiente a enero de 1979, en la cual Kronos ya consta con 6 empleados, incluyendo al Químico Farmacéutico representante Nicolás Anchundia, compañero y amigo de mi papá en Roche.
Para este mes de enero, el Femikol y su persona encargada, Gladys Quimís, ya se habían trasladado para ser elaborados en el laboratorio.
Con este producto vinieron también el agua oxigenada de 10 y 20 volúmenes, que se vendían bastante, el timerokron, el mercurocromo, los aceites de ricino, castor y almendras, la violeta de genciana y la leche de magnesia, que se vendía por galones.
En esa época se trabajaba a medias. A veces había que hacer y a veces no. Eran otros tiempos. Se trabajaba exclusivamente para despachar a la Droguería.
ENERO 29, 1980
Me gradué como bachiller en el Colegio San José. Para ese momento, yo ya había decidido estudiar Ingeniería Química también, pero fui felizmente convencido por mi primo Rafico para estudiar mejor Química y Farmacia, que era una profesión más en relación con el laboratorio, y por la cual, además, podía firmar en representación del mismo.
Para entonces, yo había visto y participado algunos años de la actividad de la Droguería, y ya había un pequeño laboratorio farmacéutico comenzando. Tal vez no era el mejor panorama para convencer a alguien, pero definitivamente me decidí por Química y Farmacia porque ya había un laboratorio donde podía trabajar. Fue una decisión acertada, pero no tan bien pensada como se puede creer. A esa edad no se piensa mucho en las consecuencias ni en el futuro. Más bien, uno se la juega. Y creo que me la jugué acertadamente. Si hoy tuviera que volver a decidir, el panorama sería totalmente diferente para tomar esta decisión, pues ahora existe un laboratorio farmacéutico completamente en marcha.
MARZO 1, 1983
Me afilio al IESS por el laboratorio. Y lo digo en primera persona porque para esa fecha mi hermana Aglae ya me había pasado la posta para que ella se independizara en su distribuidora farmacéutica y yo me quedara a cargo de lo que ella hacía, que era la parte de cumplimiento de obligaciones administrativas, contables, tributarias y de importaciones.
Años antes, mi hermano Renato le pidió a mi hermana Aglae que dejara el ejercicio de su profesión de arquitecta para que se hiciera cargo de las labores administrativas de Kronos, que estaban comenzando a dar problemas, pues estábamos creciendo.
Mi hermana decidió en un momento que era mejor hacer su propio camino, así que me heredó su trabajo. Recibí dos cajas de cartón con papeles en completo desorden, donde había de todo: facturas, registros sanitarios, registros de marca, nombramientos, escrituras, permisos de importación, etc.
Comencé a clasificar todos los papeles primero por categorías y luego de forma cronológica; tuve que aprender de tumbo en tumbo, pues yo estaba estudiando Química y Farmacia, aunque creo que si hubiera estado estudiando Administración, el resultado habría sido el mismo. El laboratorio tenía tres años de contabilidad atrasada y, con ello, un atraso en el pago del fondo de reserva al IESS, algo que después me enteré que era grave.
La puesta al día de la contabilidad y la solución definitiva de ese problema fueron sencillas: había que ser ordenado en la documentación y remitirla con regularidad y disciplina al contador.
El atraso con el IESS se lo puso al día en una amnistía tributaria en el gobierno de Rodrigo Borja, aproximadamente en 1990.
Combiné mis estudios en la Facultad de Ciencias Químicas con la cátedra de Matemáticas en el San José y, adicionalmente, hice el trabajo administrativo básico que hacía mi hermana, el cual incluía hacer los trámites en el sector bancario (depósitos e importaciones).
NOVIEMBRE 1, 1985
JUNIO 9, 1988
Algunas veces, en ciertos trámites, se nos pedía un certificado de inscripción de la compañía en el Registro Mercantil, y esta institución nos emitía un documento en el que constaba que Kronos Laboratorios Cía. Ltda. tenía un plazo de duración de 50 años a partir de la fecha de inscripción, esto es, el 5 de junio de 1978.
Como parte de mis responsabilidades, está la de velar porque no caduque la documentación importante de Kronos. En un primer momento, me preocupé de los registros sanitarios, los registros de marca y los nombramientos, entre muchos otros documentos. Posteriormente, los registros fueron delegados, pero mantengo el control de los demás.
Entre esos demás documentos, me fijé que este certificado de inscripción señalaba como fecha de caducidad de la compañía Kronos el 5 de junio del 2028, y procedí a elaborar una hoja de memorándum con fecha 27-06-05, esto es, 5 de junio del 2027, indicando en esa hoja memo que faltaba un año para el vencimiento del plazo legal de Kronos, según la Superintendencia de Compañías. (Adjunto copia escaneada de esta hoja memo). Es la hoja memo con la fecha más avanzada que tengo guardada en mi sistema de agenda.
Cuando escribí esta hoja memo (que se encuentra ampliada, pues la original es más pequeña, como del tamaño de una carta de naipe), faltaban 36 años para que Kronos cumpliera los 50 años. Pensé: "¡Falta bastantísimo!". Me pregunté: "¿Llegaremos? ¿Llegaré? ¿Qué será de nosotros para ese entonces?". Ese papelito ya ha cumplido 29 años y sigo manteniendo el mismo sistema de agenda que un día de inspiración inventé, y que me ha servido de manera fundamental en mi vida, a pesar de que ahora hay computadora, Outlook y celular. Y por como van las cosas, creo que con este sistema seguiré hasta el día en que me saquen con los pies por delante. Eso, y de mi oficina, de donde un día me quiso sacar Monteverde.
CONCLUSIONES:
Junio 5, 1978
Octubre 1, 1978
Enero 3, 1979
Kronos comenzó antes del 16 de diciembre de 1977. Comenzó con la Droguería Kronos y luego, por razones reglamentarias, se separó. Pero Kronos ya tenía productos, y el Femikol ya se vendía en las boticas y droguerías del país. Pero recuerden también que Kronos comenzó el día que mis padres decidieron tener una empresa para dar trabajo a sus hijos.
El 16 de diciembre de 1977 es la fecha que puede ser nuestra fecha aniversario, pues es la primera vez que se puede usar el nombre de Kronos Laboratorios Cía. Ltda., ya que a esta fecha corresponde la suscripción de la escritura de constitución. Esta es la fecha que Google usa para desearnos feliz cumpleaños a la familia Kronos. Puede ser el equivalente a la fecha de concepción.
El 5 de junio de 1978 es la fecha en que la compañía Kronos Laboratorios Cía. Ltda. comienza a tener existencia jurídica. Puede ser el equivalente a la fecha en la partida de nacimiento.
El 1 de octubre de 1978 es la fecha que mi papá parece que consideraba el inicio de operaciones del laboratorio, formalmente con empleados debidamente afiliados al IESS. Nosotros, equivocadamente para anteriores aniversarios, habíamos estado contando desde octubre de 1977; lo correcto es octubre de 1978.
El 3 de enero de 1979 es la fecha que mi hermano Renato referenció en la última consulta que le hice. Es la fecha que Rider también confirma como el momento en que fueron avisados para tener un horario de entrada y salida formal.
Anote todas estas fechas en su agenda, pues todas ellas cumplirán 40 años en los próximos meses.
La verdad, no tuve mucho tiempo antes para aclarar esta información. Ha pasado muy rápido el tiempo; se me pasaron los 10, 15, 20, 25, 30 y 35 años. Pero más vale tarde que nunca.
Muchas cosas pasaron estos 40 años, y muchas otras pasarán en los próximos años. No todos fueron buenos tiempos, pues así es la vida, pero hemos llegado. Al mirar atrás y recordar el pequeño laboratorio con poquitos empleados, que a veces tenía trabajo y otras veces no tanto, y al evaluar nuestra actual situación, creo que, al margen de cualquier problema actual, cualquier punto de partida es mucho más, muchísimo más de lo que fuimos hace 40 años, y saldremos adelante como siempre lo hemos hecho.
Quiero agradecer a todos nuestros colaboradores. No tenemos una estadística exacta, pero calculamos que por nuestra empresa han pasado unas 400 personas.
A nuestros colaboradores actuales, por habernos acompañado hasta este momento. Sin su apoyo, no hubiéramos podido hacer realidad el sueño de mis padres.
A quienes fallecieron siendo empleados de Kronos.
A quienes fueron nuestros colaboradores y que decidieron buscar otro camino.
A quienes fueron nuestros colaboradores y que lamentablemente tuvimos que separar por razones ajenas a nuestra voluntad, especialmente cuando las ventas bajaron.
También a quienes tuvimos que separar y que nos decepcionaron. Con ellos aprendimos a conocer mejor a las personas y a valorar mucho más al colaborador leal, honesto y responsable que, por suerte, tenemos y hemos tenido en buen número.
Quiero agradecer a mis padres por haber tenido esa feliz iniciativa de fundar empresas para dar trabajo a sus hijos y también a sus nietos. Sin su sacrificio, que les impidió tener una vida social activa o viajes bien merecidos después de una vida de trabajo, nada de esto hubiera sido posible.
Mi papá Nicolás aportó su conocimiento, su experiencia en el mercado farmacéutico, su energía, su trabajo y el aporte económico inicial. Debo reconocer que no fue una persona que veía primero las dificultades; si hubiera sido como yo, no se hubiera embarcado en un negocio que, a todas luces, es un negocio complicado.
Mi mamá Aglae aportó su resiliencia, especialmente en los primeros años, donde el camino era más de espinas que de rosas, su constancia, su persistencia, su enorme paciencia. Ha sido un ejemplo para todos nosotros. Este domingo 17 de diciembre del 2017, Dios mediante, cumplirá 92 años y ella continúa yendo a trabajar en la Droguería desde hace más de 50 años, y nos ha acompañado como Presidente de Kronos Laboratorios Cía. Ltda. desde hace 40 años. ¡Qué mejor ejemplo pudimos haber tenido!
Dios los bendiga a todos, gracias por haber leído esta memoria, y ¡Salud por Kronos Laboratorios Cía. Ltda.! Que los años que vengan sean mucho mejores y más productivos tanto en lo institucional como en lo personal.
Atentamente,
Dr. Luis Carlo Paredes
Guayaquil, 16 de diciembre del 2.017







